Aprende a identificar quién se encarga de la planificación estratégica que marca el rumbo de toda empresa, aunque cada una deba adaptarla a sus necesidades y particularidades.
Con este documento, la dirección sabrá en qué situación se encuentra y podrá replantearse hacia dónde ir si surgen problemas. Su importancia es capital, pero lo es aún más determinar el encargado de confeccionarlo y dirigirlo.
¿Quién concreta el plan estratégico de una empresa?
El encargado de desarrollar el plan estratégico es el director ejecutivo o CEO de cada empresa. Aporta la visión central, lo coordina y gestiona de forma personal. Además, tiene que estar respaldado por la junta de accionistas para llevar a cabo el proceso. También será el organismo que aprueba las directivas finales antes de dar el visto bueno al documento.
A la hora de empezar a planear, el CEO puede delegar las funciones que estime oportunas. Selecciona al personal adecuado para sacar adelante el plan, y también suele disponer de consultores. Estos aportan un punto de vista objetivo que puede captar aquellos errores que los desarrolladores no ven.
Además, los diferentes departamentos de la empresa realizan planes operativos que ayudan a implementar el estratégico. Seguirán la visión inicial creada por el director general, pero tienen que desarrollar sus propias acciones y programas. En todo momento se buscará la viabilidad; de otro modo, la junta podría echar por tierra todos los esfuerzos realizados e impedir la implementación del plan de estrategia.
Al final se obtienen unos objetivos que permiten a la empresa crecer, estableciéndose la forma de alcanzarlos y los recursos que se van a destinar. Al estar dirigido por una persona o un pequeño grupo, se consigue una mayor cohesión y una única visión, que tendrá que estar orientada a la búsqueda de resultados.
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¿Quién debe dirigir la planificación estratégica?
En efecto, las labores de dirección recaen sobre el CEO. Es el encargado de supervisar que se respeta su visión y organiza cómo se desarrollará el plan. Para facilitar el trabajo, propone objetivos y las acciones adecuadas para conseguirlos. Así se tiene un punto de partida sólido, que minimiza los riesgos y la incertidumbre a lo largo de todo el proceso.
También contribuye a limitar la improvisación, que es lo contrario de la planificación. Actuar día a día impediría tener en cuenta el medio y el largo plazo, lo que reduciría la capacidad de crecimiento de la empresa. Esto conduciría al fracaso, ya que la organización no podría adaptarse a los cambios por no haber establecido previsión alguna.
El CEO genera compromiso y motiva a los participantes, y en este proceso involucrará a buena parte de la plantilla durante un tiempo. Al ser conscientes de que se sigue una idea concreta y que tendrá un impacto real en la empresa, los empleados se sienten partícipes de su marcha. Esto les llevará a dar lo mejor de sí mismos para conseguir unos buenos resultados. Un aspecto clave cuando se trata de entender para qué sirve la estrategia empresarial.
A eso se le llama estrategia: a desarrollar un plan concreto, basado en unos objetivos claros que se conseguirán mediante acciones determinadas. Asimismo, se establecen diferentes mecanismos de revisión para comprobar que los resultados son los esperados y que se cumple la hoja de ruta pactada. Así, cualquier fallo se podrá ver con facilidad y se podrán tomar las medidas oportunas para subsanarlo.
En definitiva, la planificación estratégica es crucial para cualquier empresa, grande o pequeña. El CEO se encarga tanto de concretarla como de dirigirla, y será el responsable del éxito y del fracaso de la misma. Por esta razón necesita conocer a fondo la organización y al mercado para tomar las mejores decisiones. La ayuda de un equipo especializado puede ser vital en esos casos; contacta con nosotros si la necesitas.
